He querido ser, he
podido ser, y maldigo mi nombre,
malherido y firme,
no me hace más hombre.
Quiero ser alguien
sin sentir la obligación de serlo,
lejos del enjambre lerdo
que me ha hecho tan cerdo.
No quiero ser como
tú, preparad la hoguera,
el humo de mi cuerpo
sólo va aumentar vuestra ceguera,
es tan obvio que no
soy perfecto,
úntame tu
prepotencia y le pondré grado tu ignorancia.
Fuera de mi camino,
sólo hago canciones,
no soy músico, y me
ha llegado tarde tu consejo,
“Haz trampa siempre”
me lo tatuaré en la frente,
si no eres de fiar
tu cara ya será un espejo.
Si no me voy de casa
a destrozarme saltando vallas de alambre
es porque pienso que
le debo algo a mis padres,
que mi corta
experiencia ya me hizo viejo,
se mí no me dirás
nada nuevo, intentar aceptarme es en balde.
Acepto el desafío,
adepto al desvarío ocasional,
si me abrazo a lo mío
¿qué hago mal?
mi locura es todavía
leve, date vida,
yo no soy psicólogo,
no quiero comprenderte, quiero verte alegre.
Un observador
pasota, un optimista quemado,
un poeta con fiebre,
un amigo,
nunca sabrás el
motivo, tú sólo hazme caso,
y si vas a
suicidarte por favor cuenta conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario