viernes, 12 de noviembre de 2010

El último beso (Santiuve - Crónicas de mis ucronías) (2009)



La verdad, ya no me interesa tanto,
la veo pasear de vez en cuando y me doy con un canto,
sabe que pudo, la escritura es un escudo al llanto,
pero no le canto, solo doy clases de encanto,
comparto espíritu en canciones, se que me hace mas que santo en actitud,
se que la amistad es un farol
cuando me hablas de ‘tu’ mirándome al zapato,
y se que mi virtud es darme cuenta pero yo también me canso,
darlo todo en más apuestas es una locura,
el invierno me acomoda en mañanas angostas y luz de luna,
si no encajo beberé solo pero es tan típico,
buscar mi lugar en Brugal es embrujar mi brújula, estrangular mi estado anímico,
que a falta de fe ya fue crítico,
que ya casi era un caso clínico,
súbdito de lo estúpido a veces de mi propio yo,
patético a tus pies sobreactué mi excusa pero lo admito,
soy más débil que ayer y no menos que mañana,
señal de que aprendo deprisa, que no me devora la cama,
que mi arma es mi alma y esa es solo mía,
si hay una mujer única en mi vida sin duda se llama Mamá ¿sin ti que haría?
busco oxígeno en la estantería,
líneas hablan de la buena suerte en algún libro,
la paz prima en mi prisma, la misión la misma:
camino, conozco y aprendo como el Principito.
Ella solo es una amiga,
su cara de niña intriga o al menos lo hacía,
se que me mira como aquel chico al que conoció por casualidad…
si por casualidad me mira,
si no suena el teléfono soy yo que no marqué tu número,
no se que sabes tu, pero que me faltó el valor,
salir al encuentro y no encontrar salida ¿que triste no?
y volví de cuclillas al papel, a mi escondite,
y pese a lo frío de la situación dejé al aire el corazón, que tirite,
y fue así, que aprendí a quererla sin necesitarla,
aunque a veces sin querer la necesite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario