El saber no lo alberga un aula, el sistema embauca, la vida no es jauja,
mi cuerpo es la jaula de mi alma, su caudal,
ya es habitual si nada me salva, mal parado me caerá el pelo,
mi conciencia calva canta al alva al saldar con la calma el duelo,
del sueño a la fama y de la cama al suelo,
dueños de la nada, y esclavos de tantos señuelos,
un mundo entero para ver, sentir y disfrutar,
un mundo entero que se va y no existe vuelta atrás.
Todo pasa factura sin lugar a duda, tampoco a la ayuda pero es lo que hay,
todo por una migaja sin ganas de nada,
comunicación como única acción, lingüística, mímica, una habitación,
sin más dilación, mirar a la vida a la cara y rapear de corazón;
el tiempo que abre heridas más tarde las borda,
la muerte es la única burda verdad de toda esta puta mierda,
y yo compongo como solo yo sé,
siempre habrá gente en contra que se irán como bacterias al toser.
¿Cuántas veces me tiraron del juego? ¿por cerdo o por ser yo?
mi texto no cedió perdón, no es que ya tenga un peso es que no tengo precio,
mas que el cabecilla el cabezón de la pandilla,
tan necio pero tan recio, orgulloso de ser yo.
Todo se va y pocas vuelven,
todo nace, crece y muere mientras el planeta gira,
y si hay algo que tengo claro es que la vida es cambio,
y tenerle miedo al cambio es tenerle miedo a la vida.
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